En los hoteles de la Ciudad de México no sólo encontramos huéspedes, recámaras bonitas y un amplio surtido de amenidades para disfrutar con nuestra pareja. En estos sitios también se alojan muchas anécdotas y postales de la capital, la mayoría de ellas captadas desde el lente del siglo XX, en el que sobresalen ante todo el lujo y la elegancia que caracterizaron a las grandes obras del porfirismo, así como la vida bohemia durante la época del cine de oro mexicano, que alguna vez estrechó lazos con personajes tan afamados como Walt Disney o Frank Sinatra
Hotel de Cortés (1620)
En 1620, este edificio funcionaba como hostería para la orden de los frailes agustinos que vinieron a nuestro país. Para 1780 tuvo algunas modificaciones hasta quedar como actualmente se le conoce desde el exterior. Fue bautizado en ese entonces como la Hostería de Santo Tomás de Villanueva, que tenía hasta cuatro veces el tamaño que ahora tiene este inmueble.
Hotel Gillow (1876)
Este edificio, ubicado junto al Templo de la Profesa, albergó en un principio la casa de ejercicios espirituales de los jesuitas, donde los miembros de esta orden se recluían para expiar sus culpas.
Hacia principios del siglo XX, según explica Juan Carlos Llorca, jefe de Recepción del Hotel Gillow, en este edificio estuvo la primera agencia funeraria Gayosso. En el marco del primer centenario de la Independencia de México, el entonces presidente Porfirio Díaz reinauguró el hotel, que para esos años ya era propiedad de Tirso Sainz.
Hotel de la Ciudad de México (1895-1899)
El edificio abrió sus puertas en 1899 como uno de los primeros grandes almacenes comerciales de la Ciudad de México, con el lujoso estilo del Art Nouveau que tanto seducía al presidente Porfirio Díaz. Entre sus elementos más sobresalientes está el vitral tipo Tiffany, formado con más de 20 mil piezas de vidrio de colores que lo hacen el cuarto más grande del mundo. En las escaleras de la entrada está el candil tipo Luis XV que Díaz donó al entonces Centro Mercantil.
Hotel Principal (1906)
Construido en 1906, primero fue una vivienda y posteriormente un hotel. Su nombre se debe a que frente a este edificio se encontraba el antiguo Teatro Principal, que estuvo abierto, según el investigador Alberto Dallal, de 1753 a 1931, año en que fue destruido por un gran incendio. Los actores y actrices que daban funciones en el teatro se hospedaban en este hotel. Una de las figuras más destacadas fue la actriz de origen español María Conesa, relata Apolinar Calva, subgerente del hotel
Hotel Geneve (1907)
Está situado en el corazón de la Zona Rosa y aún conserva gran parte de la arquitectura y decoración de estilo clásico europeo que lo ha caracterizado durante sus 108 años de estar en funcionamiento.
De acuerdo con la información proporcionada en su página de internet, fue el primero de la Ciudad de México en ofrecer servicio de taxis, operadora, tintorería, agencia de viajes, elevador, cancha de tenis y pulquería, además de teléfono y baño en cada habitación
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