Durabilidad y permanencia del color
La durabilidad y permanencia del color es, sin duda, una de las mayores ventajas que aporta la construcción de pavimentos con adoquín y una de las más significativas razones para proyectar con dicho material.
Posibilidades expresivas
La variada gama de colores cálidos y las múltiples combinaciones en planta que admiten los adoquines ofrecen una perfecta combinación entre técnica y estética, quedando limitadas exclusivamente a la imaginación del proyectista las posibilidades expresivas con este tipo de pavimento.
Cualidades físicas
Otra de las grandes virtudes del adoquín radica en sus cualidades físicas.
Dichas cualidades le hacen resistir la acción de las heladas y los ambientes donde la contaminación, las lluvias ácidas y el resto de agentes agresivos acabarían con otros materiales.
Los pavimentos con adoquines no se deforman con la acción de temperaturas altas en verano.
La resistencia a compresión de los adoquines sólo puede ser comparable a los de piedra natural. Además su elevada resistencia al desgaste, su dureza frente al rayado y su excepcional resistencia a la flexotracción, les permite obtener mejores resultados que otros adoquines de grueso muy superior, lo que se traduce en un menor peso de la pieza y un mayor rendimiento en su colocación.
Esta gran resistencia mecánica de los adoquines les permite resistir cargas puntuales importantes que en otros tipos de firme provocarían indentaciones o punzonamientos.
Mantenimiento económico
Bajo la acción agresiva del ambiente exterior y de las cargas actuantes, cualquier pavimentación requiere unos niveles mínimos de mantenimiento con el fin de asegurar la calidad impuesta a estas superficies.
En concreto, en un pavimento flexible de adoquines, la conservación se reduce a eliminar posible vegetación que pueda producirse en las juntas, y rellenar éstas cada vez que la acción erosiva del ambiente así lo exija.
Facilidad en las reparaciones
Existe la posibilidad en los pavimentos flexibles adoquinados de levantamiento de las piezas sin provocar deterioros en los mismos, caso por ejemplo de que sea necesario reparar algún servicio urbano.
Por tanto, en los pavimentos de aceras, plazas, patios, etc, la característica de reutilización de los adoquines es muy válida, ya que en estos emplazamientos debe contarse siempre con posteriores trabajos en el subsuelo, como red de gas, eléctrica, de alcantarillado, etc, pudiendo volverse a utilizar los adoquines cerámicos cuando y cuantas veces sea necesario.
También es apropiado el uso de adoquinado para terrenos con gran inestabilidad, en los que deben efectuarse alguna corrección de regularidad de superficies debido a asientos localizados.
Una vez concluida la reparación del pavimento, ésta no se aprecia.